Reseña: XIII Raduno Italiano

por Fredy Yantorno

El viernes a la noche me fui a dormir pensando que el esmero con que los chicos de Zagato habían lustrado mi Giulietta podía verse injustamente estropeado por la lluvia. Pero no. Amanecí a eso de las 5:30, el jazmín que invade la ventana de mi cuarto esta a cubierto de gotitas, pensé que la Giulietta estaba bajo techo y con su cubre autos y me lo tomé con calma. En realidad no tanta, porque al Nero Etna le queda muy bien el brillo como espejo y le queda muy mal la mugre.
Ducha, vestirse, y bajar de raje a ver qué pasó. La lluvia arrancó hojas de las plantas y las precipitó por todo el piso del patio, que quedó tapizado y empapado. Pero, afortunadamente, se ve que sopló del norte o de dónde sea pero la cuestión es que el cubre autos estaba apenas salpicado en la punta con algunas gotas de lluvia. Lo sacudí y sequé un poco antes de recogerlo Y ahí, frente a mis ojos, el placer cotidiano de poder ver algo bello y dejar que la vista se pierda en la prolongación de cada curva. Los Alfa tienen esa particular condición de alquimizar las formas en emociones. Hay autos bellos de todas las marcas, lo sé, pero me sigue pareciendo que los Alfa son más que hermosos. Todos, hasta el Arna (?). Realmente justifico el ritual de pararte frente a tu Alfa y disfrutarlo. Hace bien.
¿Alguna vez te preguntaste cómo hacen las mujeres para cepillarse el pelo tanto tiempo y no quedarse peladas? Sí, yo me lo preguntaba, pero abandoné. Como a las ocho y veinte estábamos, por fin, saliendo de casa. El Bajo, autopista y rumbo a San Isidro. Inesperadamente, eran apenas las nueve y cinco, y ya tenía frente a mí la catedral. A veces pasa eso de que llegás que te parece que te hubieran abducido los extraterrestres o te hubieras teletransportado, no? Algo así. Sigo. Franqueado el amable vallado de la gente de la MSI, a estacionar, bajarse y quedarse mudo delante de la increíble muestra de lo mejor del diseño italiano que me rodeaba. Una exposición digna de cualquier museo europeo. Uno detrás de otro, Lancias, Fiats, Maseratis, Ferraris y, por supuesto, Alfas. Había de todo. Y lo mejor era que seguían llegando!

Nos cruzamos corriendo con Dolores a la Confitería Dalí para acreditarnos y desayunar. Si no desayuno me siento miserable, así que subimos rápido para ir al salón, pero al llegar una moza me dice: Es ahí, en la terraza. Había entendido que la terraza estaba en reparaciones, pero muy afortunadamente no era así, o sea que desayunamos bajo los árboles, en esas encantadoras sillas de jardín que tiene Dalí, justo en el ángulo desde el que mejor se veía la expo-auto. Qué de cosas lindas, Mamma! Retiro de credenciales, stickers, numerito para el auto, un ejemplar de Ruedas Clásicas de nuestro auspiciante, Semperena, y el más clásico de los clásicos: el CD del Raduno! Dopo un Café con leche y medias lunas, más que adecuado para dejar de sentirse mísero y volver el alma al cuerpo. Charla con los amigos, con los muchos amigos, y ya estábamos comenzando a bajar para subirnos a nuestras máquinas para seguir el rally gastronómico en Los Cardales.

A esa altura del evento ya el estacionamiento estaba repleto y los autos daban la vuelta por detrás de la catedral. Uno al lado del otro, una Merak, una Testarossa, una Coupe Milquinientos, un Lancia Fulvia, dos Alfas 4C, GTVs, Giulietta, más GTVs, más Lancias, y así seguía la cosa hasta el final de la línea. Impresionante! Además todos en estado de exposición, brillantes como si fueran manzanitas acarameladas, muy cuidados, muy queridos.
Nos tomamos con mucha calma el viaje por la autopista, disfrutando el viaje al son de la exquisita selección de piezas musicales que acompañan cada Raduno Italiano. Al llegar a La Reserva el acceso fue súper rápido, scann al DNI y adentro! No recuerdo nunca antes haber entrado tan fácil y sin demoras.
Después de estacionar la Nero Etna al final de la fila, ya rumbo a Italpast, daban ganas de quedarse mirando todas y cada una de las bellezas que flanqueaban el camino. El caminito del golf lleno de máquinas hermosas, es uno de esos lugares de los que no querés irte.

Pero el deber gastronómico llamaba y hacía allí fuimos. Otro lugar del que no querés irte, la terraza de Italpast frente al lago, con esas chicas que no paran de aparecer como de la nada, con sus bandejas repletas de bruschettas y pizza. Buena barra, gentileza de nuestro auspiciante, Fernet Branca y su nuevísima incorporación el Carpano Antica Formula, botellas numeradas importadas directamente de la península. Más amigos y más charla, y la sensación de que el tiempo pasa demasiado rápido y que de verdad quisieras que pasara más lento. Pero ya nos llamaban al comedor.
Normalmente la pasta de Italpast es rica, pero debo decir que en esta oportunidad el primo piatto estuvo ES-TU-PEN-DO. Y ni qué decir del flan. Era casero DE VERDAD. Todo bien regado por los excelentes vino de nuestro auspiciante, Bodega Dante Robino. Una mirada al comedor lo mostraba repleto, cosa que la muy alta inscripción hacía imaginar. Muchos socios, amigos y amigos de los amigos, ocupaban las comodidades de Italpast.
Ya para el final, mientras los mozos comenzaban a servir el café y los jurados se alejaban para ir a pasar revista a las máquinas y deliberar, Juani Mártire, presidente del Club Alfa, y el vice Daniel Alegre dieron la bienvenida formal a los participantes y comenzaron los sorteos que meced a la generosa colaboración de nuestros sponsors, repartió premios a casi todo el mundo. Así, cada quien se llevó alguno de los souvenirs regalo de nuestro auspiciante, Alfa Romeo Argentina (que además había adornado nuestro parque automotor con una fenomenal Giulia 2.2 280cv), alguno de los increíbles packs “Festival de la Pasta Sciuta” gentileza de nuestro auspiciante, DeCecco y Conyntra, o alguna botella del exquisito espumante de Bodega Dante Robino.
Vuelto el jurado y finalizada su tarea pasamos a la premiación. Vale consignar que el jurado estaba compuesto por un verdadero “amigo de la casa”, como es “el Profe” Rafa Balestrini y un nuevo amigo, el artista plástico Mario Travaglini, que fue también el realizador de los maravillosos trofeos con que se premiaría a los ganadores del “Concorso”, recreaciones en metal de los Alfa GTV, Bertone y la 159 de Fangio. La tarea del jurado fue ardua, debiendo seleccionar los 7 mejores exponentes del día de un parque de 58 vehículos, todos en excelente condiciones y presentación!

Los premiados fueron:
Post-FIVA: 1º Alfa 4C 2014 de Leo Charnas, 2º Alfa Spider 2010 de Daniel Alegre y 3º Alfa Brera 2010 de Daniel Antúnez.
Pre-FIVA: 1º Maserati Merak 1974 de Maxi Ruprecht, 2º Alfa Giulia Sprint “Bertone” 1971 de Carlos Eddi y 3º Alfa GTV 1978 de Adolfo Ablático.
El premio especial “Peoples Choice” fue para la Ferrari Testarossa 1985 de Germán Rodríguez, un lindísimo auto, muy bien presentado, como todos los que compusieron el fabuloso parque automotor de este Raduno.
Y así pasó una nueva edición de este auténtico clásico del Club Alfa Romeo, cada vez mejor y cada vez más grande, tanto que son cada vez más los amigos de los amigos que nos acompañan. No queda más que decirles gracias a todos quienes participaron, a los socios gracias por ser consecuentes, por estar siempre ahí y apoyar nuestra gestión, y a los amigos agradecerles haber estado y decirles que se acerquen al Club y conozcan nuestras actividades y, por qué no, se asocien y sean uno más de nosotros.

“Peoples Choise” Ferrari Testarossa 1985 / ph: www.akphotos.com.ar
1º Puesto Pre-Fiva Maserati Merak 1974 / ph: Juan Escobar
2º Puesto Pre-Fiva Alfa Romeo Giulia Sprint “Bertone” 1971 / ph: Fotolandler
3º Puesto Pre-Fiva Alfetta GT 1978 / ph: Fotolandler
1º Puesto Contemporáneos Alfa Romeo 4C 2014 / ph: Juan Escobar
2º Puesto Contemporáneos Alfa Spider 2010
3º Puesto Contemporáneos Alfa Brera 2010
Galería completa del evento cortesía de Fotolandler
además de AKPhotos, Juan Ignacio Escobar, Pablo Di Maggio y Alejandro Armendano.

por Fredy Yantorno

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