Se fue una Autoclásica más y nos deja como siempre anécdotas y recuerdos de todo tipo.
Este año “la exposición de autos clásicos más importante de Sudamérica” arrancó el viernes pero para el equipo encargado de la preparación del stand de nuestro Club la cosa arranca varios días y semanas previas. Fredy Yantorno y quien les escribe abocados al diseño y producción de las nuevas indumentarias y encargando los nuevos gazebos y Nicolás Aiello inventariando y recuperando merchandising abarrotado en la sede de Urquiza.
Hace ya un par de años que decidimos que el mejor día para armar el stand es el día anterior a la apertura. En realidad no es que sea “el mejor” pero siempre es más fácil mover las actividades particulares de cada uno durante la semana tratando de liberar el jueves y viernes. Asi fue que el jueves a la mañana Nicolás Aiello y Sergio Moretti cargaron gazebos, estacas, sogas y todo el merchandising a la pickup de Sergio, Jorge Rendo me ayudó a cargar los gazebos nuevos al auto junto a algunos otros implementos y encaramos para el hipódromo.
En Autoclásica suele suceder que los elementos más mundanos y que damos por sentado diariamente toman una relevancia inusual, así hemos necesitado alicates (nunca hubo), tijeras (qué es eso?), martillos (rezale a Thor) como nunca antes. Por eso a último momento recordé la importancia vital de los precintos para la empresa que estábamos encarando, y en menos de una hora el Suizo nos envió un mensajero con 200 precintos.
En el hipódromo se sumó Walter Trabucco, también Franco Moretti, listos para empezar a encastrar los tramos de caño y darle forma a las carpas. También nos esperaban allí la Bertone y la Giulia Super de Luis Bameule que Diego Pecile había llevado al predio el miércoles y la Alfetta de Sergio Moretti lista para tomar posición.
Todos los años el factor climático es clave en el desarrollo de la expo y en la coordinación de las tareas previas, pero este año contamos además con elementos adicionales como dos 4×4 de una empresa de catering arando en el predio concedido a nuestro club mientras tiraban de un inmenso foodtruck de varias toneladas dejando el terreno, que ya de por sí se encontraba debilitado por las lluvias, en condiciones lamentables. Pasado el momento de ira el equipo puso manos a la obra y armó los gazebos en tiempo record posicionándolos en el área del terreno que no había quedado como una pista de monster trucks. Las nubes que sobrevolaban el predio empezaron a chisporrotear mientras aún quedaban algunos autos por colocar bajo sus respectivos gazebos. Afortunadamente logramos aprovechar el terreno útil sin que ningún auto quedara encallado en el barro.
Fueron llegando los autos faltantes, la Fiat 124 Spider de Alejandro García del Bo, EL 164 L de Juan Bonomo, y la Alfetta de Chipy Breard. La noche caía y ya le habíamos consumido todas las provisiones a Gabriela Moretti.
Afortunadamente los cuatro días de exposición transcurrieron sin mayores sobresaltos, y con la visita de varios socios y amigos que se acercaron como siempre a brindar su apoyo y colaboración como Lucas Esponda, que el año pasado se encargó de gestionar la presencia de la 4C en nuestro stand, nos prestó sus elementos de limpieza para mantener los vehículos libres de polvo y tierra, o Vanesa, mi esposa, que al igual que en ediciones anteriores se ocupó de la atención al público y venta. Luciano Pérez Mango y Mauro Mion también colaboraron activamente en la carpa, y seguro me olvido de algún otro.
Los turnos mañana y tarde en la atención del stand nos fuimos alternando, Nicolás, Juani Martire, Sergio y yo nos fuimos distribuyendo a lo largo del fin de semana para que siempre hubiera alguien en el stand para atender visitantes y socios que habían reservado sus entradas y aguardaban en los accesos. Como cada año no dejó de sorprender la camaradería con alfistas del interior del país, de Brasil y de Uruguay que se acercaron en busca de consejos, consultas o simplemente para pasar un rato de amable charla entre pares.
Finalmente llegó el último día, y con él, el desarme que siempre resulta caótico pero que año a año vamos perfeccionando. Al igual que el año pasado contamos con la inesperada asistencia de la Familia Moretti en su totalidad, hasta la pequeña Julieta mostraba entusiasmo para ordenar prolijamente los encastres y tubos de los gazebos.
Para el grupo que estuvo trabajando estos 5 días, Autoclásica terminó oficialmente a las 22:30hs del lunes, cuando descargamos la pickup de Sergio en la sede y acomodamos (con la energía que nos quedaba) todo que habíamos movilizado para esta expo.
Agradecemos a quienes prestaron sus máquinas para el deleite de todos, a los miembros de la Comisión Directiva, a los amigos que se acercaron durante el fin de semana, a las familias que están siempre, a los que trajeron provisiones! y a los socios que nos dieron su apoyo con palabras y acciones concretas.