Hace algunos meses circulan diversas elucubraciones alrededor de los dos hatchbacks chicos del biscione. Las mismas auguran para estos dos modelos un futuro bastante inquietante. Por un lado la certeza de que el MiTo, el más chico de la familia, dejará de existir sin tener un reemplazante confirmando el abandono de ese segmento por parte de Alfa Romeo, otorgando esa porción de mercado a sus hermanas Lancia, Fiat y Abarth con sus diversos productos. Por otro lado la hermosa Giulietta, referente del segmento y salvadora de las finanzas de la marca en la última década mutará de tal forma que para algunos resultará un tanto chocante. Es casi una certeza que cuando caiga el velo de la nueva generación veremos algo decididamente distinto a lo que estábamos acostumbrados, algo mucho más parecido a un crossover que a un hothatch.
El aumento en sus dimensiones se debería en principio a que debajo de su carrocería encontraremos la plataforma Giorgio, la misma que utilizan la Giulia y la Stelvio. Plataforma exclusiva de Alfa Romeo, que no se comparte con otros productos del grupo FCA y que Alfa quiere explotar a toda costa. Eso implica algunos aspectos positivos para los aficionados: excelente comportamiento dinámico, rigidez torsional excepcional y, para completar el combo, tracción trasera con posibilidad de equipar motores muy poderosos como el V6 biturbo de 510cv.
Eso nos lleva al tema de las motorizaciones. Aquí las especulaciones no sólo hablan del poderoso V6 derivado del V8 de Ferrari, también se anticipa la implementación de un motor híbrido con tecnología made in cavallino con un sistema tipo ERS como en la F1.
Estas especulaciones llegarán a su fin en junio cuando se realice la asamblea de FCA donde Sergio Marchionne y la dirección del grupo comunicarán los planes productivos de los próximos años para la marca. Planes que también incluirán la nueva generación de la exitosa 4C.
A esperar…