Una de las cosas que a los alfistas más nos gustan, son las reuniones en compañía de quienes comparten nuestra misma pasión y la vista de nuestros Alfas, lo consideramos un verdadero privilegio. Ayer por la noche tuvimos una nueva oportunidad de gozar de esa prerrogativa, en el magnífico marco de la sede de Alsina, como ya comenzamos a llamarla, “nuestra casa”. Vale la pena reiterar nuestro inmenso agradecimiento al Club de Automóviles Clásicos, por su generoso e infrecuente concepto de la hospitalidad.
Un socio, en una de esas conversaciones que parecieron extenderse a lo largo de toda la noche, lo definió de la mejor manera posible: El club está de pié! Y eso es bien cierto. Pero seamos justos en la consideración, el club está tan de pié como lo ponen sus asociados y ayer, verdaderamente, el nutrido y animado grupo de entusiastas que asistieron a una nueva cena “en casa”, se encargó de empujar bien hacia arriba, para darle al club un envión que no puede dejar de agradecerse.
Lo de anoche fue una muestra de la potencia que, como Comisión Directiva, buscamos concitar, reunir y alinear, para lograr los objetivos que nos proponemos, la que proviene de la energía de nuestra gente. Después de todo el club no es más ni menos que lo que somos capaces de hacer todos juntos.
Los asuntos a tratar nos demoraron en una reunión de Comisión que se hizo tan extensa como lo requirió la lista de temas a trabajar. Un poco con envidia, entreveíamos a los socios que iban llegando y se reunían en estimulante conversación, ya anticipando con uno que otro reconfortante bocadito una comida que se prometía (infidencias mediante) como un regalo para los sentidos, hasta que finalmente nos llegó el momento de juntarnos nosotros también en el disfrute colectivo.
Una nueva mirada al parque automotor (una más y pareciera que nunca es suficiente), algún comentario sobre lo espectacular que está ese 145 azul, o la increíble Maserati de Diego o la impecabilidad de la (sanamente) envidiable Spider de Miguel o simplemente quedarse mirando casi en éxtasis la GTV de Juan. Parece una niñería, pero nuestros Alfas cada día se ponen más lindos!
Cuando sonó el disparo de largada, la muchachada en pleno se abalanzó sobre los platos donde hizo su presentación una lasagna memorable (El tuco venía hasta con albondiguitas!). El tinto bien calificado de nuestro sponsor Bodega Dante Robino, acompañó muy dignamente. Y entre conversaciones cada vez más entretenidas, el sin fin de imágenes del Raduno Italiano que se veía en las pantallas (Que buenas fotos!) y los videitos del Superkart que Alias el Suizo mostraba en su móvil, fue llegándose al delicado y sobrio postre de Duraznos con crema, dulces y café.
Sobre el final, como suele decirse, a los postres, los asociados pudieron informarse sobre detalles de interés del Raduno y su proyección hacia el 2017, y un par de novedades importantes. Primeramente se puso en su conocimiento un proyecto que busca darle, al Rally Histórico Alfa Romeo, una definición acorde con los deseos de los socios, con un diseño que nos llevaría, en la primera semana de noviembre, a la vecina orilla, para concretar un muy interesante evento en Colonia del Sacramento, Uruguay.
En segundo término, se informó que se está trabajando la posibilidad de establecer una sede administrativa, que nos permita depositar con seguridad y poner a resguardo el acervo del club, y darle un lugar permanente a las muchísimas cosas que hemos venido trasladando del baúl de un Alfa al baúl de otro: banderas, banners, libros del club, remeras, pins, botellas de vino, de espumante, etc. Podría concretarse en breve plazo.
Las conversaciones nos fueron acompañando en la salida del comedor y se prolongaron, como se dijo más arriba, en el parking. Parecía que nadie se quería ir. Es que realmente la de ayer fue una noche fantástica, que se disfrutó a pleno y cuando eso ocurre, uno quisiera prolongarla hasta… hasta la próxima!