Alfa Romeo nace en 1910 y un año más tarde comienza hacerse recordar por sus marcas de fuego sobre las pistas de carrera. Desde 1911 la automotriz italiana supo hacerse de una colección de triunfos en las grandes ligas. Todo comenzó con una Targa Florio… en 1923 Giuseppe Merosi desarrolla cuatro Alfa Romeo (Alfa Romeo “RL Targa Florio”) de los cuales uno se lo confía a Ugo Sivocci, amigo íntimo de Enzo Ferrari. Sivocci fue un piloto de gran experiencia y conocimientos técnicos, aunque muchas veces en desventaja por la mala suerte, era considerado el “eterno segundo”. En consecuencia de su fama pintó, en esta ocasión, la parrilla de su Alfa con un cuadrado blanco en el que se destacó un trébol verde (quadrifoglio). Orgulloso, brindó la primera victoria de Alfa Romeo a nivel internacional, encabezando el podio luego de vencer a Ascari y Sivorri en la recta final. El Alfa Romeo P2, diseñado por Vittorio Jano en 1924, amerita un capítulo aparte en lo que a victorias respecta. Desde su creación hasta 1930 ocupó el podio en 14 grandes premios y eventos de lo más importantes, incluyendo la Targa Florio. Fue uno de los icónicos de la década y permitió a la automotriz italiana incorporar la corona de laureles en su logo. En 1925 Alfa Romeo se coronó campeón mundial en Monza de la mano de Gastone Brilli Peri. También acreedor del prestigioso campeonato de Formula 1 de 1950 comandado por Nino Farina y en 1951 con Juan Manuel Fangio al volante de un fascinante Alfa Romeo 159. La casa del biscione obtuvo 9 de 11 gloriosas participaciones en las Mil Millas y estuvo 10 veces presente en el Targa Florio. Se sumaron 4 victorias en las 24 horas Le Mans y el campeonato de DTM (Campeonato Alemán de Turismos o Deutsche Tourenwagen Masters) de 1993. Como si todo esto fuera poco dio el presente 17 veces en el Campeonato Europeo de Turismo. La historia del equipo Alfa-Romeo es de la más amplia en las competencias deportivas. Excelencia mecánica y perfecta distribución de pesos ubicó a la marca en el podio desplegando su belleza y calidad en pista, demostrando que no trata únicamente de una cara bonita.
Prensa Centro Milano